En algún momento a finales del año pasado o a principios de este año el nombre Zika pareció haberse convertido en un nombre popular entre el mundo de las enfermedades. De la noche a la mañana, se comenzaron a reportar casos positivos del virus dentro del país. Posteriormente estos casos llevaron a la aparición de México en la lista de la CDC (Center for Disease Control) de países donde la transmisión del virus se considera actualmente activa. En las últimas semanas fuertes campañas para la prevención de la transmisión y la propagación del virus han aparecido en televisión y radio nacional. Sin embargo la pregunta que mucha gente tiene es: ¿Qué es el Zika?

La verdadera historia del virus comienza lejos del continente Americano en algunos países de África, el sureste de Asia y en algunas islas del Pacífico. En el 2015 los primeros reportes de la llegada del virus al continente comenzaron a aparecer en Brasil. Fue aquí desde mayo del año pasado que la primera alerta nacional sobre la epidemia del virus fue emitida en Sudamérica. A medida que el año pasado llegó a su fin, varios otros países se unieron a la lista de transmisión activa de la CDC entre ellos México antes de despedir el año viejo. La razón por la que las campañas de salud pública están comenzando a tomar un papel más protagónico fueron la activación de varios protocolos de emergencia de organizaciones internacionales en el pasado mes. Dentro de estos llamados de emergencia la alerta de Emergencia de Salud Pública de Relevancia Internacional de la Organización Mundial de la Salud el primer de febrero y el aumento del Centro Operativo de Emergencia de la CDC a su nivel más alto, el nivel 1, el ocho de febrero hicieron la epidemia de virus Zika un tema a nivel internacional.

Seguramente persista la pregunta sobre que es el famoso Zika. La respuesta categórica es que es un virus conformado por una cadena de RNA monocaternario de la familia de las Flaviviridae. También se sabe que el principal responsable de la transmisión a humanos es la picadura de un mosquito infectado de la especie Aedes. Mucha información existe sobre estos mosquitos ya que también son responsables de la transmisión de otros virus como el chiconguña y el dengue. Se sabe que tienden a ser más activos durante el día que en la noche, que tienden a habitar cerca de humanos, y que prefieren depositar sus huevos en contenedores con agua estancada. Es por esto que entre las recomendaciones para evitar la infección del virus figuren el usar prendas que cubran las extremidades; el procurar el uso de repelentes para mosquitos, aire acondicionado en lugares cerrados y/o mosquiteros en ventanas y puertas; y el evitar dejar contenedores como macetas y cubetas donde se pueda acumular agua a la intemperie.

Muy poco se sabe del virus como tal. Se sabe que aproximadamente 1 de cada 5 personas infectados por el virus padecerán los síntomas. Los síntomas característicos son fiebre alta con salpullido maculopapilar, artralgia, y conjuntivitis. También se pueden presentar dolores de cabeza y mialgia como parte de los síntomas. Los síntomas suelen presentarse desde algunos días y pueden aplazarse por varias semanas. El tratamiento actual consiste en reposo y consumo de líquidos, al igual que analgésicos y antipiréticos. Se recomienda no exponerse a mosquitos una vez que se es diagnosticado como portador del virus ya que el mosquito puede transmitir el virus a partir de una picadura a un paciente infectado. Probablemente la característica más representativa del virus es la correlación con microcefalia asociada a infección del virus de Zika materno. Las primera pruebas sobre los efectos en el desarrollo fetal en mujeres infectadas con el virus se encontraron en Brasil. Actualmente se recomienda prevenir la exposición de las mujeres embarazadas a mosquitos para prevenir consecuencias permanentes en el desarrollo embrionario. De igual importancia es prevenir la exposición del padre cuando se busca tener un bebe ya que se ha demostrado que el virus se puede transmitir sexualmente.

Actualmente existen muchos proyectos de investigación para aprender más sobre los mecanismos de acción del virus Zika y de la razón de su efecto devastador en el desarrollo embrionario y fetal. Es importante hacer énfasis en la prevención del esparcimiento de la epidemia actual y de mantenerse al corriente de nuevas publicaciones que revelen nuevos tratamientos y maneras de prevención de la transmisión de virus de este tipo. Conforme nueva información sobre el tema se vuelva accesible al público se espera que nuevas estrategias para combatir la epidemia surjan para poder poner un fin a la transmisión del famoso Zika. Por el momento es importante recordar que tanto la participación ciudadana, como la concientización acerca del problema son de zuma importancia para comenzar a hacer frente ante la actual Emergencia de Salud Pública. Por lo pronto mangas largas, repelente y mosquiteros.

Más información en: http://www.cdc.gov/zika/hc-providers/clinicalevaluation.html

Autor: David González – Editor: Eric Olea

Bibliografía: