A lo largo de la historia los videojuegos han sido tachados de violentos,de ser un pasatiempo que fomenta el ocio, e incluso que no deja ningún beneficio y que solo ‘atrofian’ el cerebro de quienes los juegan. Finalmente se puede poner fin a estos mitos ya que estudios recientes muestran que los videojuegos de acción o AVG por su abreviación en inglés, facilitan las funciones de atención y sensoriomotoras. En estos estudios, se examinó la relación que podría existir entre la experiencia con los AVG, la plasticidad de las regiones insulares y las redes funcionales que se relacionan con las funciones de atención y sensoriomotoras.

Los videojuegos de acción (AVG) al igual los deportes convencionales (baloncesto, tenis, etc.), requieren un alto nivel de atención y coordinación mano-ojo. Dada su influencia en el desarrollo de las funciones cognitivas, el uso de los videojuegos ha llamado la atención de los científicos para realizar investigaciones.

La investigación conductual ha demostrado que los jugadores experimentados en AVG tienen mejores funciones de atención y sensoriomotoras que los amateurs. Por ejemplo, en comparación con los amateurs, los expertos en los AVG mostraron una mejora en la atención selectiva en las tareas de, enumeración, campo visual, y parpadeo. Además,el jugar AVG mejora la distribución espacial de la atención, control cognitivo y regulación emocional. La investigación sobre la función sensomotora indicó que en comparación con los amateurs, los expertos en AVG habían mejorado la resolución espacial de la visión, las habilidades multisensoriales, el procesamiento temporal, coordinación motora mano-ojo, la sensibilidad al contraste, la reacción oculomotora y movimiento del cuerpo.

Asimismo, este estudio ha examinado la base neurológica de los beneficios cognitivos del expertise en AVG. Por ejemplo, los AVG pueden reducir la amplitud de los potenciales visuales evocados durante la atención no voluntaria, y modular los potenciales evocados P2 y P3. Más aún, la experiencia de los AVG también se asocia con un aumento de volumen de materia gris (GMV) en el cuerpo estriado dorsal, la corteza parietal posterior derecha, la corteza entorrinal, hipocampo, corteza occipital, formación del hipocampo derecho, y corteza prefrontal dorsolateral derecha, en ambos hemisferios del cerebelo.

Sin embargo, pocos estudios han examinado la relación entre la experiencia de AVG y la plasticidad de la ínsula, un área del cerebro importante para las funciones de atención y sensoriomotoras.

Este estudio examinó los efectos relacionados con la plasticidad de las regiones insulares y redes funcionales en la misma.

La hipótesis es que la experiencia en AVG se asocia con un aumento de las regiones insulares y las redes de atención anterior (que incluye las circunvoluciones superior, media y frontal inferior, la unión temporoparietal, la corteza cingulada anterior rostral, el cuneus, el precuneus y las circunvoluciones temporal superior) y la red sensoriomotor posterior (que incluye las cortezas sensoriomotora, motora suplementaria, temporal superior, medio temporal, lingual, y cerebelosa). Esta hipótesis se basa en dos hallazgos antes mencionados: que los juegos de acción aumentan ambas funciones de atención y sensoriomotoras; y las subregiones insulares y sus redes funcionales que desempeñan un papel crucial en funciones de atención y sensorimotor.

Para evaluar la hipótesis, se estudiaron dos grupos de sujetos: los expertos de AVG y los amateurs. Los expertos de AVG eran jugadores que tenían al menos 6 años de experiencia y fueron reconocidos como campeones regionales o nacionales. Los amateurs no jugaban AVG habitualmente y tenían menos de un año de experiencia. En comparación con los amateurs, los expertos de AVG mostraron significativamente mayor resting-state functional connectivity entre subregiones insulares así como la integraciónanterior-posterior integration and left-lateralisation.

Este estudio encontró integración funcional insular reforzada entre las subregiones anterior y posterior de los jugadores expertos, predominantemente en la ínsula izquierda. La mejora observada en los expertos es consistente con el hallazgo anterior de que la atención es esencial para funciones sensoriomotoras. Esta mejora puede servir como la base neural de la mejora de la coordinación entre las funciones atencionales y sensoriomotoras en los expertos.

Estos resultados sugieren los AVG de pueden inducir integración funcional de las subregiones insulares y redes pertinentes en el mismo. Actualmente, un estudio experimental longitudinal está examinando la relación causal entre AVG de juego y la neuroplasticidad.

Autor: Dania Carballo

Bibliografía:

  • Gong, D. (2015). Enhanced functional connectivity and increased gray matter volume of insula related to action video game playing. Scientific Reports Nature. doi:10.1038/srep09763