Sí, ya sabemos que sin importar cuánto se esfuerce la medicina en generar nuevos antibióticos, las bacterias siempre logran evadir los mecanismos de acción.

Esta vez, científicos de la Universidad de Stanford han descubierto bacterias de Mycobacterium Tuberculosis viables en la médula ósea de pacientes que se creía que ya estaban completamente curados, específicamente, en células madre mesenquimales CD271+.

Este descubrimiento nos lleva a pensar que el hecho de que la bacteria que causa tuberculosis escape del sistema inmunológico escondiéndose en la médula ósea, es una de las causas por las que no se puede erradicar la enfermedad. Además de este hecho, hay que ser muy cuidadosos en el aspecto de los trasplantes, puesto que estas bacterias podrían estar presentes en las células que son utilizadas para el trasplante de células madres de médula ósea.

El investigador Dean Felsher, encargado de la investigación, explica que debido a que las células madre de la médula espinal son pluripotenciales y pueden auto-renovarse, hacen de la médula un lugar ideal para que las bacterias se escondan. Además de esto, , estas células también poseen un tipo de “bombas” especiales que eliminan los fármacos, así que mientras el M. tuberculosis permanezca en las células, el tratamiento no causará ningún efecto, ya que el fármaco estará siendo expulsado fuera de ellas.

Una correlación que hacen los investigadores está enfocada a los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, pues señalan que en aquellos que han padecido tuberculosis y se decían curados, al presentar inflamación pulmonar producida por EPOC, hay una recaída de tuberculosis, y esto puede deberse a que haya una reactivación mediada por células madre en una infección de tuberculosis latente.

Ya que se ha encontrado que la bacteria tuberculosa se “salta” a nuestro sistema inmunológico al esconderse en las células CD271+, se podría considerar que hay un blanco específico hacia el cual dirigir los tratamientos.

Autor: Miriam Anaya

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