¿Cuántos de nosotros no ha hecho un comentario en Facebook o Twitter sobre una clase, un maestro, el hospital en el que estamos rotando o un caso que nos pareció interesante? Con la creciente popularidad de las redes sociales y su uso frecuente por médicos y estudiantes de medicina, ha surgido preocupación acerca de cuál debería ser el comportamiento adecuado por parte de estos profesionales en este ámbito. Para evitar el mal uso de estos medios de comunicación, la British Medical Association (BMA) publicó una guía con consejos sobre los problemas con los que puediéramos encontrarnos como profesionales de la salud, al usar las redes sociales. Los temas que se discuten en esta guía son la confidencialidad del paciente, las publicaciones sobre pacientes y la práctica médica, la privacidad y la información personal, la amistad con pacientes en Facebook, la declaración de conflictos de interés, la educación médica y el empleo, la difamación y finalmente, el profesionalismo en las redes sociales.

El profesional de la salud tiene ciertas responsabilidades éticas que no desaparecen al usar las redes sociales. Estos medios le otorgan al médico o estudiante de medicina, un excelente espacio para compartir experiencias de la práctica médica. Sin embargo, publicar cualquier tipo de información que se pueda vincular a un paciente, es una falta a la confidencialidad que puede tener repercusiones legales además de éticas. Por otra parte, al realizar discusiones acerca de experiencias clínicas o casos en línea, debemos de reflexionar acerca de la imagen que estamos proyectando sobre nosotros mismos con nuestros comentarios y el posible impacto que esto pueda tener ante la opinión pública y la confianza en la profesión médica.

Es importante también que se pueda mantener la relación médico paciente dentro de los límites de la profesión. Las redes sociales pueden hacer que la línea entre la vida profesional y privada del médico se vuelva incierta, y muchas veces no se tiene claro quién puede llegar a leer o ver lo que se publica en estos medios. Es así como en muchas ocasiones, los pacientes pueden llegar a tener acceso a mucha de la información que sus médicos publican, lo que puede afectar la relación entre ambos. Es recomendable que los médicos estén familiarizados con las configuraciones de privacidad de sus cuentas, para que puedan modificarlas y restringir el acceso a sus publicaciones de ser necesario. Esta guía recomienda que los médicos y sus pacientes no sean amigos en Facebook por las mismas razones expresadas anteriormente. Además, es necesario que los médicos declaren conflictos de interés pues se ha encontrado que muchos médicos que apoyan ciertos productos en sus blogs o páginas personales, no mencionaban si estaban siendo patrocinados por ellos o no. Esta es una obligación ética para médicos y estudiantes que aplica no sólo a la hora de publicar un artículo de investigación, sino en las redes sociales también.

Los profesionales de la salud, debemos tener en cuenta que los límites entre la vida profesional y privada pueden verse también comprometidos con el uso de estos medios siendo cada vez más común que los empleadores y escuelas busquen a sus candidatos en las redes sociales, pudiendo encontrar información que pueda malinterpretarse. También son sitios en los que se pudiera encontrar evidencia de comportamiento poco profesional, llegando a tomarse acciones disciplinarias. Por otra parte debemos tener en cuenta que los aspectos legales de la difamación pueden aplicarse a lo publicado en redes sociales si se hace una declaración injustificada que pueda afectar la reputación de una persona u organización, y que no estamos excentos de las repercusiones.

En conclusión, como menciona esta guía, es muy cierto que nosotros como estudiantes tenemos ciertos privilegios y responsabilidades diferentes a las que otros estudiantes tienen y que por lo tanto, el comportamiento profesional que se espera de nosotros está sujeto a estándares más altos. La profesión médica siempre se ha reconocido por tener una estima diferente en la sociedad, donde el paciente le confía al médico su vida privada y su valor más preciado, su salud. Como estudiantes aprendemos a ganar esta confianza por parte de nuestros pacientes y algo como un comentario despectivo o una foto en un medio de comunicación, podemos perder el respeto o la confiabilidad, además de perjudicar a la profesión médica como un todo.

Para más información:  En esta página podrás encontrar herramientas útiles para tomar decisiones éticas al usar redes sociales, además de la guía que se menciona en este artículo:  http://bma.org.uk/practical-support-at-work/ethics/medical-students-ethics-tool-kit/students-and-social-media

Autor: Lisandra Vila 

Bibliografía: