Como se sabe, últimamente ha estado circulando mucho en redes la tragicomedia conocida como el gobierno del presidente Peña Nieto. Independientemente de las decisiones que recientemente ha tomado el gobierno mexicano, no es ninguna broma que México es uno de los muchos países que actualmente está atravesando una crisis.

Muchos países están atravesando crisis bélicas, como son Ucrania, el norte de África, Israel, entre otros. En países latinos como Argentina, Brasil, Venezuela y desafortunadamente México, la crisis es de una índole distinta: una crisis económica y más allá de eso, una crisis de corrupción, censura y falta de transparencia. Pero sin entrar más a detalle es una realidad que casi todo el mundo ha pasado por tiempos económicos difíciles desde la crisis del 2008 en Estados Unidos, cuestión que empeoró drásticamente en países de la OPEC el diciembre pasado cuando el precio del petróleo bajó de más de $100 dls por barril al precio actual de $44.84.

México, siendo el noveno mayor productor de petróleo y un país altamente dependiente de la compra y venta del mismo, es uno de los países más afectados. Es por eso que el precio de la gasolina no ha bajado y de hecho ha subido, puesto que aproximadamente 1/3 de los impuestos son generados por el petróleo, y este dinero que se usa en gastos públicos se tiene que obtener de alguna parte. Afortunadamente hay un seguro en el que independientemente del precio internacional, por el año 2015 México venderá su petróleo a $79, e incluso con esto se prevé una reducción del PIB del 0.7%.

Entonces ¿qué nos depara el 2015 – 2016 y cómo impactaría en el área de salud?
Posterior a la caída del petróleo el gobierno de Peña Nieto fue forzado a reducir el gasto público para este año 2015 y se anunció que se reducirá aún más en el 2016, porque el actual sistema de pago es simplemente insustentable. Tras este cambio, el 22 de febrero del 2015 la Secretaria de Salud publicó un recorte de presupuesto de 10 mil millones de pesos ($10 000 000 000 que es igual a $645 736 300 dls). Para poner en contexto el recorte presupuestario de 10 mmdp: la casa blanca de Peña Nieto vale 87 millones, por lo que te podrías comprar 115 casas de éstas. Con el precio actual del oro de $39.81 dls el gramo, te podrías comprar 16.22 toneladas con el dinero que el gobierno recortó.

Unos 16 de éstos… de oro.

En pocas palabras más vale no enfermarse por unos años, y si eres un estudiante o medico trabajando para el IMSS el cambio tampoco resulta muy atractivo. Según una nota del periódico El Universal lo que más se recortó fueron los gastos relacionados con la capacitación y viáticos, lo que se traduce en una reducción de congresos, talleres y seminarios. También se anunció que no se generaran nuevos hospitales hasta nuevo aviso y el número de plazas médicas se mantendrá igual o incluso disminuirá. Hospitales ya en construcción se terminarán puesto que la mayoría están sujetos a contratos, pero se tardarán más en terminarse. Algunos programas base como el de vacunación no serán modificados. También hay otros servicios médicos que se tardarán en proveer atención debido a que no se abrirán nuevas plazas, pero hasta el momento no se ha especificado cuales. Finalmente, dentro de los programas base los que más sufrirán una reducción de presupuesto son los programas para comunidades saludables, atención a población vulnerable y atención a personas con discapacidad.

Posteriormente, el 8 de marzo se anunció que de aquí a los primeros días de abril no les sería pagado a los residentes de las diferentes áreas del hospital su salario por 3 quincenas. Los médicos residentes reaccionaron de manera diferente en los diferentes estados, por ejemplo, en Guadalajara se emitió el siguiente comunicado que en pocas palabras dice que si no les son pagados sus sueldos a partir del 20 de marzo empezará una huelga:

Cabe mencionar que éste no fue el caso en todas las instituciones, por ejemplo, en el Tecnológico de Monterrey se llegó a un acuerdo para pagarle su quincena normalmente a los residentes usando el dinero del hospital y no del apoyo gubernamental.

No se ha dado un anuncio preciso sobre los recortes que se harán en el 2016, pero se puede asumir que serán incluso más drásticos que en el 2015 cuando se acabe el seguro del petróleo y los precios de éste sigan cayendo. Lo peor del caso es que todo es a expensas del paciente, puesto que ellos son los que recibirán un servicio médico de peor calidad, y sí antes la organización del servicio público era mala, pronto será peor.

Este… claro, no pagándole a los residentes se reduce enormemente el gasto público…

¿Cómo nos afecta como estudiantes de medicina?
Por lo pronto, como ya se mencionó, se anunció que no les será pagado su salario a los residentes de medicina, no se abrirán plazas nuevas en algunos sectores y se reducirán las ya existentes. En promedio, 25362 alumnos de medicina se pelean por 6955 plazas, lo que equivale a 27.4%. No se ha especificado cuánto pero ese número de plazas se reducirá, lo que significa menos egresados de especialidades y más trabajo para los que están en residencia.

En resumen el 2015 será un mal año para México, en especial en el sector salud e incluso aún más el 2016. Es por esto que no es de extrañar la reacción que se tiene a nivel nacional cuando salen a la luz eventos deplorables de conflictos de interés y corrupción de nuestros gobernadores y presidentes tal como éste:

O éste otro:

(En su defensa el salmón es delicioso)

Son demasiados ejemplos de corrupción e impunidad tan sólo en estos últimos meses, tantos que no caben en la extensión de este artículo (como la fiesta del alcalde de San Blas de 15 millones de pesos). Como reflexión hay una manera muy fácil de solventar todos los problemas económicos de México que espero que los grandes políticos tomen en cuenta; respecto a la corrupción no estoy seguro que sea tan fácil.

Autor: Felipe Muñoz – Editor: Gloria Salinas

Bibliografia: