Vivimos en una época en la que está de moda “ser verde”. Sí, ya sabemos: ahorra agua, no tires basura, el smog, la tala indiscriminada de árboles… Suena fácil, pero todo esto de cuidar el medio ambiente va más allá de simplemente dejar de hacer lo obvio.

Hoy en día muchas empresas se preocupan por hacer que sus producciones sean lo menos nocivas para el ambiente posible. Entre otras cosas, esto se logra reduciendo la cantidad de tóxicos que producen, así como disminuyendo la cantidad de agua que utilizan y contaminan.
Es posible que como estudiante te hayas dado cuenta de la gama de productos que poco a poco van apareciendo cuando vas a hacer el súper o tus compras de inicio de curso, como plumas hechas de botellas de plástico recicladas, incluso tal vez hayas visto los cuadernos de papel de piedra.

A simple vista no son muy diferentes de cualquier otro cuaderno de hojas de celulosa, pero en realidad su proceso de producción los convierte en cuadernos “verdes”. Hace ya 11 años se empezó la producción de éstos innovadores cuadernos que están hechos en un 80% de carbonato cálcico más 20% de resina, la cual actúa como el sustrato que da a las hojas la capacidad de resistir el agua (impermeabilidad), grasa y roturas. Esto lo convierte en un material ideal para etiquetas adhesivas, bolsas o cuadernos de aquéllos profesionistas que están expuestos al trabajo al aire libre y que, por lo mismo, son más propensos a arruinarse.

Hablando del impacto ecológico que tienen, es importante destacar que durante su proceso de producción no se utilizan ni agua, ni madera, y su color blanco no viene del cloro, sino de la misma piedra caliza. En total, se dice que utiliza un 50% menos de energía para su producción y es totalmente reciclable, pues si se expone directamente al sol y la humedad, en 6 a 9 meses sufrirá su desintegración. Además, todos los sobrantes del papel producido se reciclan.

Es cierto que en la actualidad las personas dependemos mucho de las computadoras para trabajar, pero eso no ha impedido que un gran porcentaje sigamos prefiriendo leer del papel físicamente. No se diga en carreras como medicina, donde los largos textos hacen que su lectura en dispositivos electrónicos resulte más cansada de lo habitual y terminemos imprimiendo cientos de hojas que no sabemos cuando volveremos a usar.

El papel de piedra existe, y a pesar de todas las ventajas que le ofrece a nuestro medio ambiente, no está en todas nuestras casas. Esto se debe a muchas razones, entre ellas, el hecho de que son una o dos empresas las únicas que los producen y que su precio en comparación con el papel convencional es mayor. Entre los aspectos que influyen sobre éste hecho, encontramos que los aros especiales para el papel de piedra son diferentes, más raros, y por lo tanto más caros; todo esto eleva el precio al que puede ser adquirido.

No te pido que vayas corriendo y compres tu cuaderno de papel de piedra, pero sí que al menos lo tomes en consideración cuando necesites un cuaderno nuevo. Probablemente vaya a ser un poco más pesado cargarlo, pero cuando lo uses, sabrás que utilizas un producto amigable con el medio ambiente.

Autor: Miriam Anaya – Editor: Gloria Salinas

Bibliografía: