La “Ley 3 de 3” es una iniciativa ciudadana que tiene como objetivo encontrar una solución a la indignación social en tema de corrupción mediante un esfuerzo constructivo de forjar gobiernos más íntegros, responsables y honestos. Debido a que es una ley general se pretende aplicarla a todos los órdenes de gobierno, es decir, Federal, Estatal y Municipal. Con ella establecen reglas precisas y claras de conducta de interacción entre servidores públicos y actores privados.
Para que la ley procediera ante el Congreso se buscó la recaudación de firmas de al menos 120 mil ciudadanos mexicanos. La intención es que esta ley se convierta en lo que será la “Ley General de Responsabilidades Administrativas” que para su creación deberá ser aprobada por la Reforma Constitucional del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).

Las reglas o estamentos que la “Ley 3 de 3” propone son: que los funcionarios públicos presenten declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales de una forma periódica y pública, establece directrices para un conducta ética y responsable, sugiere medidas más estrictas para prevenir que el sector privado participe en actos de corrupción e incluye mecanismos para que el ciudadano pueda denunciar actos de corrupción de manera segura y anónima pero con pruebas contundentes.

 

Así mismo, establece una clasificación de los 10 actos de corrupción graves: desvío de fondos, abuso de funciones, enriquecimiento deshonesto, soborno, nepotismo, colusión, utilización de información confidencial para propósitos propios, tráfico de influencias, obstaculización de la justicia y conspiraciones de corrupción.
También se busca dotar de herramientas y recursos a las entidades correspondientes para que realicen una investigación eficaz y exhaustiva de los actos de corrupción cometidos, así como la creación de una plataforma digital para que se puedan registrar los hallazgos y se realice una lista negra de consulta obligatoria antes de que cualquier funcionario hacienda al poder y que se tomen medidas de sanción severas a los agresores de la justicia.

Los principales actores en esta ley son los ciudadanos y organizaciones civiles que firmaron la petición, al igual que todos los funcionarios públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal. El equipo encargado de la redacción de la “Ley 3 de 3” fue integrado por: Josefina Cortés, Max Kaiser y José Roldán Xopa. No obstante, para su elaboración se recurrió a diversos especialistas del tema y organizaciones, tales como personal de la Suprema Corte de Justicia, de la Barra Mexicana, del Colegio de Abogados Mexicanos, del Tec de Monterrey, abogados penalistas, entre otros.

Después de la recaudación de 643,143 firmas a favor de esta Ley, se sometió en el Senado de la República y se obtuvieron 228 votos en contra con 209 a favor, por lo que fue rechazada. Aunque el 16 de junio del 2016 se aprobó en la Cámara de Diputados la “Ley General de Responsabilidades Administrativas”, que se contrapuso a la Ley 3 de 3, ya que no se contemplaron los formatos propuestos por los ciudadanos acerca de las declaraciones de patrimonio, de intereses y fiscales de los funcionarios públicos.

En el artículo 29 de esta ley se establece obstaculización de publicidad máxima de las declaraciones de los funcionarios. Por otra parte, se mantuvo el artículo 32 de la “Ley 3 de 3” en donde se estipula que es obligación física y moral de toda persona y organismo, que reciba recursos públicos, realizar las tres declaraciones. Esto implica las declaraciones de empresarios, empleados, becados, pensionados, beneficiarios de asistencia social, organizaciones civiles que reciban algún tipo de apoyo gubernamental, entre otros.

Al evaluar las implicaciones de esta promulgación, se destaca el surgimiento de nuevas problemáticas, como el desarrollo de más burocracia y obstáculos en el sistema político idealizado. También es importante recalcar que, para la implementación de este artículo en su totalidad, es necesaria la creación de una nueva institución que regule las declaraciones cedidas por los funcionarios públicos. Son algunos los ciudadanos, empresarios y funcionarios públicos quienes defienden una postura a favor de la “Ley 3 de 3”, con la finalidad de crear un México transparente, con justicia, igualdad social y libertades pero también responsabilidad, con el objetivo de alcanzar la democracia en toda su plenitud.

Clemente Castañeda, coordinador de diputados del partido “Movimiento Ciudadano” declaró: “se necesita entender y estar conscientes de que esta crisis fundamentalmente es responsabilidad de la clase política y por ello se requiere voluntad política para enviar un mensaje claro de que quienes ocupamos estos cargos de responsabilidad estamos dispuestos a hacer lo correcto”. Del mismo modo, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de COPARMEX, dijo: “ésta no es una lucha contra los políticos, sino de los ciudadanos en contra de la corrupción”.

Finalmente podemos decir que son numerosos los ciudadanos que se han sumado a este movimiento para aplicar la lógica colectiva en busca de un bien común para la sociedad. Los ciudadanos están recurriendo a un modelo de gobierno republicano, el cual tiene sus orígenes desde la vida griega, con el objetivo de tener seguridad y alcanzar un nivel de vida óptimo orientado a la justicia. Se considera que la aplicación de esta ideología griega en la actualidad fomenta la participación activa de los ciudadanos para deliberar y tomar decisiones en la vida política y alcanzar la democracia.

Por todo lo anteriormente mencionado, se incita a los ciudadanos a no tener miedo a la transición. Es bien sabido que para lograr grandes logros son necesarios grandes cambios y esfuerzos. Se necesita comenzar a ser una sociedad con obligaciones civiles y, al mismo tiempo, con libertad de decisión. Lo debido es dejar de dividir a las personas en grupos de políticos, ciudadanos, civiles, pobres, ricos, entre otros, y en vez, unificarnos como una sola entidad para así poder alcanzar una democracia plena donde cada uno de los integrantes ejerzamos nuestras obligaciones y derechos. Todo esto para gozar de armonía y poder luchar por un bien común; que es lo que la humanidad, a lo largo de su existencia como civilización, ha intentado lograr. Esta Ley puede no ser perfecta, puede tener carencias logísticas, pero muestra una iniciativa, un esfuerzo, una inspiración para darnos cuenta, como sociedad, que está en nuestras manos ser el cambio que queremos ver en el mundo.

Autor: Lourdes Martínez – Editor: Valeria Leal Isla

Bibliografía: