Todos tenemos un modelo a seguir ya sea un médico, un artista, un sabio de la antiguedad, un pariente, un amigo, etc. De ese modelo podemos aprender lo que queramos, ya sean cosas buenas o malas. Hay muchos que como yo tenemos varios héroes que nos enseñan a vivir cada día; un grupo distinguido de personas de los cuales tomamos un poquito y aprendemos a ser más como ellos y así poder llegar a formar a alguien nuevo (nosotros mismos en una versión mejorada).
En mi experiencia puedo decir que una de las personas que conforman mi lista de héroes es el dueño de la siguiente frase: ” No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto”. Benjamín Franklin, un inventor, político y científico estadounidense. ¿Por qué él? Bueno, hace tiempo leí su autobiografía y, ¡básicamente era un genio! Dejando a un lado que inventó el pararrayos, las lentes bifocales, unos de los primeros catéteres urinarios flexibles (sí, un abuelo de la sonda Foley), un sistema de compartimentación de seguridad del fondo de los barcos y muchas cosas más, es importante mencionar su mayor aportación: inventó una técnica para ser una persona más virtuosa.
Las virtudes en las que se basaba eran:
1. Templanza: No comas hasta el hastío, nunca bebas hasta la exaltación.
2. Silencio: Solo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.
3. Orden: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.
4. Determinación: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.
5. Frugalidad: Solo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti
6. Diligencia: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, corta todas las acciones innecesarias.
7. Sinceridad: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente, y, si hablas, habla en concordancia.
8. Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios que son tu deber.
9. Moderación: Evita los extremos; abstente de injurias por resentimiento tanto como creas que las merecen.
10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
11. Tranquilidad: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.
12. Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, solo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para injuriar la paz o reputación propia o de otra persona.
13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.
Lo que este maravilloso hombre hizo fue adquirir cada una de esas virtudes por separado, puesto que él dijo: “No quiero distraerme con las demás, sino enfocarme en una a la vez”; realmente las quería todas en su vida. Desarrolló una tabla en la que ponía los días de la semana y las virtudes, ahí iba anotando cada vez que no respetaba la virtud. Cuando la semana estaba completamente en blanco (sin una marca que “manchara” la virtud) continuaba con la siguiente (sin olvidar la anterior). Todo esto lo comenzó cuando tenía 20 años (nunca es tarde para comenzar a vivir).
La verdad es que he intentado hacerlo dos o tres veces y es muy difícil, pero no imposible. Creo que la tercera es la vencida. ¿Y tú? ¿Qué esperas para comenzar la ardua lucha de ser más virtuoso? ¡Libérate de los vicios! Comienza a transformarte en lo que quieres ser en 10 años y recuerda: nunca olvides sonreír. Para mí la virtud es como una flor: si la cuidas y te preocupas por ella sobrevivirá, si no lo haces no durará ni una semana.
Los dejo con otra frase de Franklin: “La ociosidad camina con tanta lentitud que todos los vicios la alcanzan”.
Autor: Alejandra Pérez
Bibliografía:
- http://www.proverbia.net/buscarfrases.asp?Texto=franklin&Submit=Buscar&page=7
- http://www.oftalmo.com/seo/archivos/maquetas/7/5EF13C82-84E5-4348-32C6-00005F3191D7/articulo.html Franklin B. (1771) “Autobiography”
- Recuperado de: http://www2.hn.psu.edu/faculty/jmanis/franklin/a_b_benf.pdf