Cuando llegue a la tercera edad, espero poder conservar mis facultades mentales aunque bien sé que el deterioro progresivo de la cognición es algo que –en menor o mayor medida– nos espera a todos. Desafortunadamente, no existe tratamiento real para combatir la demencia, que es precisamente una pérdida severa de función cerebral especialmente común entre pacientes ancianos. Lo que se busca hacer es simplemente mejorar la calidad de vida. Aunque lo más común es utilizar fármacos que ayuden  a disminuir los síntomas asociados, cuando me toque a mí yo pediré una dosis de Led Zeppelin para complementar mi terapia.

Actualmente, Dan Cohen –un trabajador social– está buscando implementar su programa de músicoterapia personalizada para mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen de demencia. Lo que para mí podría ser rock clásico, para otros podría tratarse de boleros, música pop, o, en el caso de Henry, Cab Calloway. Lo importante no es el género de la música sino que sea parte de nuestra juventud, que tenga una significancia emocional para nosotros.

 

El video muestra cómo Henry –un paciente con demencia– cobra nueva vida al escuchar a uno de sus artistas favoritos de cuando era joven.  Se transforma de una persona huraña y retraída, incapaz de reaccionar a lo que sucede a su alrededor, a una persona animada que tararea y se mueve al son de la música. Lo que se debe recalcar es que el efecto no se limita a cuando Henry escucha la música, sino que incluso después de que le quitan los audífonos continúa esta misma actitud. Se vuelve atento y responde a lo que le preguntan; cuando surge el tema de cuál era su música favorita, incluso llega a cantar.

Dan Cohen lleva años intentando llevar su programa de músicoterapia, titulado Music and Memory, a una mayor cobertura nacional. No fue hasta recientemente que logró que le prestaran más atención, y esto fue posible gracias al video de Henry, mismo que transmite mejor que cualquier otro medio el poder que puede tener la músicoterapia. De igual manera, yo les insistiría que si no han visto el video, se tomaran los 6 minutos que dura para verlo, pues de lo contrario temo que le restarán importancia a lo benéfico que puede ser la música.

Autor: Daniel Trujillo

Bibliografía: