Es muy frecuente encontrarse imágenes, comentarios o videos en las redes sociales en los que un adolescente se llama a sí mismo como un individuo antisocial. Los medios de comunicación masiva ayudan a difundir el uso del concepto “antisocial” como una característica común de un adolescente y no como una enfermedad psiquiátrica, promoviendo que los adolescentes se sientan identificados con el término sin saber realmente su significado. Entonces, ¿qué es un trastorno de la personalidad antisocial?
Según Fergusson et al. (2005) y Walter & Knight (2010) el trastorno de personalidad antisocial se desarrolla durante la niñez, y para su diagnóstico en la edad adulta es necesario haber presentado trastornos en la conducta antes de los 15 años. De acuerdo a la American Psychiatric Association (APA) (2013), los individuos diagnosticados con este desorden exhiben un comportamiento antisocial persistente y rasgos antisociales penetrantes, como impulsividad, irritabilidad social, capacidad de manipulación y falta de remordimiento.
El trastorno de la personalidad antisocial, según Ullrich & Cold (2009) y Zimmerman & Coryell (1989), está relacionado con diversas enfermedades mentales, como desorden bipolar, trastornos de ansiedad y depresión, así como con el uso de sustancias psicoactivas y trastornos sexuales. Gardiner et al. (2010) y Tyrer et al. (2003) afirman que las personas que padecen de un desorden de personalidad antisocial es poco probable que busquen algún tipo de tratamiento para disminuir su sintomatología, sin embargo pueden recurrir al uso de drogas y alcohol.
Shapiro et al. (1984) afirman que los individuos que sufren este trastorno están propensos a lesiones traumáticas, accidentes, intentos de suicidios, entre otros.
Autor: Mónica Muñóz – Editor: Daniela Montemayor
Bibliografía:
- APA. (2013). Diagnostic and statistical manual mental disorders. American Psychiatric Association, Arlington, Va.
- Fergusson, J. L., Horwood, E. M. (2005). Show me the child at seven: The consequences of conduct problems in childhood for psychosocial functioning in adulthood. Journal of Child Psychology and Psychiatry. 46 (8), 837-849.
- Gardnier, S. Tsukagoshi, U. Nur, P. (2010). Associations of treatment resisting (type R) and treatment seeking (type S) personalities in medical students. Personality and Mental Health. 4 (2), 59-63.
- Shapiro, S., Skinner E. A., Kessler, L. G., et al. (1984). Utilization of health and mental health services. Arch Gen Psychiatry. 41, 971-978.
- Tyrer, M., Crawford, R., Santiana, H., Tyrer, S., Cooper, C., Muller-Pollard. (2014) Preliminary studies of the ICD-11 classification of personality disorder in practice. Personality and Mental Health. 8 (4), 254-263.
- Ullrich, S., Coid, J. (2009). Antisocial personality disorder: co-morbid Axis I mental disorders and health service use among a national household population. Personal Ment Health. 31, 151-164.
- Walters, R., Knight. (2010). Antisocial personality disorder with and without antecedent childhood conduct disorder: Does it make a difference? Journal of Personality Disorders. 24 (2), 258-271.
- Zimmerman, M. Coryell W. (1989). DSM-III personality disorder diagnoses in a non-patient sample-demographic correlation and comorbidity. Arch Gen Psychiatry. 46, 682-689