Hace algunos días tuve la oportunidad de ver una película –gracias a una de mis materias, debo decirlo- que trata acerca de lo que se vive en los hospitales desde un punto de vista ajeno a los médicos, es decir, desde la perspectiva de un paciente. Esta película me puso a reflexionar bastante, ya que como estudiantes de medicina estamos tan interesados en aprender y practicar nuestros conocimientos, que en ocasiones eso nos impide estar 100% conscientes de que estamos tratando con seres humanos.

Con lo anterior, no quiero decir que siempre tratemos a los pacientes como simples objetos, sino que en la mayoría de las ocasiones influye mucho el nerviosismo en la clínica o el estar concentrados en hacer las técnicas de manera correcta. Por ello, me puse a buscar en internet algunos testimonios y anécdotas tanto de pacientes como de médicos en formación, para ver qué consejos o tips podíamos obtener para tener en cuenta en nuestros contacto con pacientes.

Encontré un artículo llamado Las 16 normas para el buen estudiante de Medicina, en el cual se describen algunas actitudes y valores que se deben mostrar hacia los pacientes e incluso, antes nuestros propios compañeros y maestros. Al leer y analizar las 16 normas, me percaté que se pueden sintetizar en 14, que les presento a continuación:

  1. Aprender a hacer frente a la incertidumbre.
  2. Duda de lo que te han enseñado, sobre todo si parece inconsistente o incoherente.
  3. Demuestra lo que sabes con humildad.
  4. Se tú mismo todo el tiempo.
  5. Disfruta.
  6. Trata de practicar la medicina con la misma ética y principios en los que creías cuando entraste a la facultad.
  7. Que nunca te asuste admitir tu ignorancia.
  8. La medicina también se ocupa de las relaciones, el trabajo en equipo, habilidades de comunicación, investigación, publicaciones y evaluación crítica.
  9. Trata a tus pacientes con el mismo cuidado y respeto con el que tratarías a tus amigos o familia.
  10. El lazo entre médicos y pacientes es estrecho.
  11. Saber cómo aprender, cómo conseguir información relevante y cómo evaluar dicha información de forma crítica.
  12. Adquiere experiencia.
  13. Valora cada rotación durante tu formación, en cada una vives experiencias únicas.
  14. Cuando tengas un mal día, piensa en que quien está del otro lado del estetoscopio puede tener uno peor.

De los puntos anteriores, los más importantes son cinco. El primero es demostrar tu conocimiento con humildad, pues no eres el único que posees esa información y debes reconocer que si lo compartes y los usas sabiamente, ayudarás a más personas (lo cual es nuestra meta como futuros médicos). El segundo es disfrutar todo lo que hagas ya que no hay mayor alegría y satisfacción que hacer las cosas cuando te apasionan, te ayuda a ver todo desde un mejor ángulo. El tercero es tratar de practicar la medicina con la misma ética y principios en que creías cuando entraste a la facultad; éste es el más importante y con el que deberíamos ser más celosos puesto que con el tiempo cambiamos y nos vamos adaptando a diversas situaciones. De hecho, te invito a que te pongas a pensar cómo era tu manera de pensar antes de entrar a la EMIS y cómo es ahora, compárala y pregúntate: ¿cada día te pareces más al médico que soñaste ser?

La cuarta norma importante es que nunca te asuste admitir tu ignorancia ya que para eso estamos estudiando día con día, para aprender más y mejores cosas. Hay ocasiones en las que por temor a que nos regañen o quedemos en ridículo inventamos cosas o cambiamos información lo cual puede traer consecuencias negativas; siempre es mejor decir “no sé” o “se lo investigo para la próxima” que sacar información de la manga. La quinta norma importante es valorar cada rotación porque en cada una puedes vivir experiencias únicas, y como lo mencioné anteriormente, aprendes más mientras disfrutas más. Qué tal que en una de ellas encuentras la que queda de acuerdo a tus habilidades y aptitudes.

Ahora bien, ya que te platiqué un poco acerca de este artículo que me hizo pensar en muchas cosas, pero hay que retomar un punto clave en el cual podemos basar todos los anteriores y toda la práctica de la medicina: los pacientes; ya que aunque son el punto central de nuestro medio, muchas veces los tomamos como algo accesorio. Para ejemplificar lo anterior, a veces estamos más preocupados por un examen, por lo que nos encargó el residente, porque no hemos dormido en 36 horas, etc. Sin embargo, no nos ponemos a pensar en que si estamos teniendo un mal día, ¿cómo es todo del otro lado de la moneda? Ellos son los que están sintiendo el dolor, el hambre o la incertidumbre de no saber qué es lo que pasa con su salud. Debemos ser empáticos, estamos para ayudarlos.

A manera de conclusión, hay que reflexionar sobre nuestra práctica, sobre los ideales y metas con los que llegamos a la EMIS. Hay que retomar los caminos que con el tiempo hemos perdido, aún estamos a tiempo, porque terminar la carrera con muchos conocimientos, aptitudes y habilidades no lo es todo. La satisfacción estará en qué tanto te pareces al médico que siempre soñaste ser.

Autor: César Saldaña

Bibliografía:

  • Correia de Sousa, Jaime; et alBeing a role model for students in your practice. Matosinhon Health Centre. Portugal.