La microbiota intestinal consiste en el conjunto de bacterias y otros microorganismos que habitan el colon e intestino delgado naturalmente y que no son dañinos para el huésped. Recientemente, se descubrió que existe un patrón de microorganismos común para personas con ciertos trastornos, como la obesidad y la diabetes. Así, se reveló una nueva área en la medicina en la que se toma en cuenta el papel de los microorganismos benignos en la salud humana.

Un área prometedora

En 2004, se publicó en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America un estudio que comprobó que existe una relación directa entre el almacenamiento de grasa en ratas y su población de microorganismos intestinales. A partir de dicho artículo, numerosas investigaciones se han realizado para estudiar la naturaleza de esta relación y estimar la importancia médica de la misma.
En 2013, se publicó un artículo del doctor Martin Gotteland que exploró específicamente el rol de la microbiota intestinal en el desarrollo de la obesidad y la diabetes tipo 2. Se encontró que hay más de 1000 subtipos de bacterias que colonizan el tubo digestivo humano y que la predominancia de ciertos de estos tipos influye en el desarrollo de estas enfermedades tanto como la dieta. En este artículo de divulgación se tratará el tema de la importancia de la flora intestinal a través del desarrollo de dos asuntos: el papel funcional de la microbiota y cómo esta contribuye al desarrollo de la obesidad y diabetes.

La microbiota intestinal: un súperórgano

Un órgano es un conjunto de distintos tejidos que cumplen con una función determinada en el cuerpo humano. Las bacterias, hongos y virus que habitan en los intestinos se comportan como un órgano ya que su interacción consigue realizar funciones digestivas y metabólicas.
Una de las funciones más importantes de estos microorganismos es la de procesar la fibra dietética no digerible para poder aprovechar su energía. Por ejemplo, un ratón sin microbiota tiene que ingerir un 30% más alimento para alcanzar un crecimiento similar.
Un tipo particular de microbios, las bífidobacterias tienen un papel en la regulación del apetito y de la captación de azúcar en forma de glucosa. La administración de prebióticos que estimulan a dichas bacterias ha demostrado disminuir el apetito de los pacientes y mejorar la captación de glucosa en los diabéticos.
Otras funciones de la microbiota intestinal incluyen regular el almacenamiento de grasa corporal y ayudar en la digestión de muchos tipos de alimentos. Además, se ha encontrado que las alteraciones en la población intestinal se relacionan con diversas enfermedades autoinmunes, alteraciones digestivas, enfermedades inflamatorias, obesidad, diabetes, entre otras; ilustrando así su importancia.

La microbiota intestinal en la obesidad y la diabetes

Hay dos tipos de bacterias que caracterizan a las poblaciones intestinales de ratones y seres humanos obesos y delgados: las firmicutes y las bacteroidetes.En personas obesas, hay más firmicutes y menos bacteroidetes y lo contrario ocurre en las personas delgadas. Este patrón de bacterias demuestra la implicación de la microbiota en el control del peso.Sin embargo, no se conoce exactamente su función directa; además se propone que hay muchos otros tipos de microorganismos implicados en el desarrollo de la obesidad.
Así mismo, se ha demostrado que tener una mayor variedad de bacterias es benéfico para la salud metabólica y la prevención de la diabetes. En promedio, los diabéticos presentan un 30% menos de variedad bacteriana intestinal.
Por otro lado, se han aislado deficiencias específicas de ciertos microorganismos en estos pacientes; incluso se puede predecir con eficacia la presencia de diabetes a través del estudio de la microbiota.Todos estos hallazgos, aunque prometedores, aún están en etapas tempranas de investigación clínica.

Nuevos horizontes en la medicina

Como se mencionó en este artículo, la población de bacterias, hongos, levaduras y microorganismos intestinales influye en la salud humana.
En los últimos 12 años, se han explorado las implicaciones clínicas de la microbiota, obteniendo resultados favorables.Sin embargo, la enorme variedad de microbios que habitan el cuerpo humano ha dificultado la tarea de aislar aquellos que se ven implicados en enfermedades específicas.
Actualmente, existen tratamientos experimentales que manipulan la población bacteriana intestinal en humanos e incluso se han practicado “trasplantes” de microbiota en ratones con buenos resultados. Así, el estudio de la flora intestinal constituye un área innovadora dentro de la medicina nutricional y metabólica.

Autor: Valeria Leal Isla – Editor: Olga Santín

Bibliografía:

  • Bäckhed, F., Ding, H., Wang, T., Hooper, L. V., Koh, G. Y., Nagy, A., … & Gordon, J. I. (2004). The gut microbiota as an environmental factor that regulates fat storage. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 101(44), 15718-15723.
  • Gootteland, M. (2013). El papel de la microbiota intestinal en el desarrollo de la obesidad y de la diabetes de tipo-2. Revista Chilena de Endocrinología y Diabetes, 6(4), 155-162.