Cuando era estudiante de Medicina odiaba llevar cursos de estadística y probabilidad; me molestaba el hecho de que algún día tendría que hacer trabajos de investigación y análisis de ensayos clínicos. En definitiva yo prefería la práctica clínica a la investigación, lo mío era seguir las recomendaciones propuestas por resultados de ensayos clínicos aleatorizados o consensos de expertos. Ese fue el motivo por el cual, al ser estudiante, nunca incursioné a un ámbito más estadístico. Me di cuenta de mi error al aplicar a la especialidad: Cuando vi el formato de aplicación, había una hoja completa solo para citar los trabajos realizados y ¡publicados! En ese momento me hubiera gustado haber hecho lo que muchos de mis compañeros hicieron: algunos dedicaban sus veranos a la investigación, muchos se fueron a Houston y otros tantos se quedaban en Monterrey en proyectos de investigación; incluso a algunos les abrió las puertas para hacer una especialidad en el extranjero. Durante mi entrevista a la especialidad, una de las preguntas que más recuerdo fue: “¿Cuándo revisas un tema en particular, de dónde lo revisas?”, mi respuesta automática fue: “…de revisiones de temas o de guías clínicas (obvio)”, a lo que la mirada de mi entrevistador respondió como una elevación de ceja y un decepcionante: “ya veo, entonces no lo revisas de revisiones sistemáticas o ensayos clínicos aleatorizados”. Mi respuesta a este episodio de frustración, que iba acompañado de una hoja vacía de estudios publicados, fue interesarme más y dedicarme a aprender investigación.

En este camino, encontré uno de los hallazgos que me ha parecido de los más interesantes: la mayoría de nosotros estamos habituados a la ecuación de Crockcroft-Gault para calcular la tasa de filtración glomerular. Pues para mí fue una sorpresa conocer cómo se realizó esta ecuación. Lo comenta el mismo D.W. Crockcroft en la revisión This Week’s Citation Classic de Current Contents publicado en 1992.

Crockcroft, actualmente un asmatólogo, durante una rotación en su tercer año de especialidad de medicina interna en el Hospital Royal Victoria de Montreal, decidió con 2 de sus compañeros escoger una rotación  de subespecialidad para que cada uno rotara en ella, para lo cual, Crockcroft eligió una rotación de tres meses en nefrología, trabajando con el Dr. M.H. Gault en el Hospital de Veteranos Queen Mary en Montreal. Comenta que su primer intento de proyecto, fue un reporte de caso que fue insatisfactorio, mientras que su segundo proyecto fue la verificación de la precisión de un nomograma que predijera la depuración de creatinina basado en la creatinina sérica, la edad y el peso. La investigación se expandió para incluir 249 pares de valores de depuración de creatinina que fueron reproducibles y arbitrariamente asumidos como precisos. Se encontró al compararlos contra la edad, una relación linear negativa. Fue en febrero de 1973, cuando Gault y Crockcroft llegaron a la revelación de predecir la depuración de creatinina con la fórmula ya conocida y utilizada por tener un buen nivel de acuerdo con las medidas hechas en recolección de 24 horas.  ¡Wow! Me di cuenta que si uno pretende cambiar y mejorar la práctica clínica, es definitivamente, a través de la investigación.

Hoy en día soy asesor y profesor invitado de investigación para residentes, tengo un artículo publicado, varios proyectos realizados aunque no publicados todavía y un título de un Diplomado en Investigación y Buenas Prácticas Científicas; además del horizonte bien abierto para aspirar a lo grande. Mi tesis será una revisión sistemática de Cochrane, con título en puertas de registrarse por el Heart Group Study.

Con todo esto, te quiero decir, querido EMIS, que la estadística y la investigación, a diferencia de lo que yo pensaba cuando estaba en tu nivel, es la puerta grande. Dedica tu tiempo libre y espacios personales a aprender un poco más de investigación clínica y estadística aplicada. Empieza con trabajos simples y de menor evidencia a mayor evidencia científica, es decir, desde el reporte de un caso hasta una revisión sistemática con meta-análisis.

Los tips que te dejo en esta semana son:

  1. Compra o consigue un libro de estadística médica, con el cual puedas aprender los conceptos básicos, los diferentes tipos de investigación y cómo redactar un protocolo.
  2. Únete a grupos de estadística, aprovecha los grupos que se encuentran en la EMIS o en el Tec, recuerda que en tu escuela hay muy buenos investigadores y que además están afiliados al Biocluster del estado de N.L.
  3. Programa tus tiempos para trabajar sobre un proyecto específico, dedícale al menos 1 hora cada día y fija metas semanales. Trabaja cada día para cumplir esa meta al final de la semana.
  4. No te desanimes si no sabes como analizar un grupo de variables, siempre habrá una persona que conozca más de estadística que tú, incluso hay estadistas disponibles para analizar cada caso en particular.
  5. Las nemotecnias PRODVCIR (Propuesta, Revisión bibliográfica, Objetivo, Detalle, Vaciado, Cálculos, Interpretación y Reporte) y MEDICVS (Muestra, Ética, Diseño, Inclusión, Cronograma, Variables operacionales y Estadística) te servirán para iniciar tu protocolo.
  6. El método de la pregunta PICO (Población, Intervención, Comparación y Outcomes) definirán tu proyecto a investigar con mejor enfoque.
  7. Aún los resultados negativos son y deben ser publicables, para evitar el sesgo de información.

Autor: Dr. Juan René Cornejo

Bibliografía: