A lo largo del tiempo se ha observado que las personas que adoptan una dieta vegetariana o vegana son menos propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Se creía que esto se debe a un menor consumo de grasas saturadas y colesterol, contenidos en productos animales, principalmente la carne roja, sin embargo no se ha encontrado que la cantidad aportada por ella sea suficiente.  Al estudiar la flora intestinal, se ha descubierto que juega un papel en el desarrollo de la aterosclerosis.

En un estudio reciente sobre la flora intestinal se observó que el metabolismo de colina y fosfatidilcolina produce trimetilamina (TMA) que posteriormente  se oxida para producir TMAO. El metabolismo la L-carnitina (abundante en la carne roja) por parte de la flora intestinal también produce TMAO. Los niveles altos de TMAO y L-carnitina en los sujetos sometidos un estudio se asociaron a un  riesgo incrementado  de enfermedad y eventos cardiovasculares mayores. Sin embargo la TMAO juega un papel más importante.

La TMAO suprime el transporte reverso del colesterol (el mecanismo aún no está claro); promueve la acumulación de colesterol en los macrófagos induciendo la expresión de los receptores CD36 y SRA; en el hígado disminuye el pool de amino ácidos y reduce la expresión de proteínas clave para la síntesis de ácidos biliares y proteínas de transporte; reduce la expresión de CYP7A1, enzima necesaria para la síntesis de ácidos biliares y el paso limitante en el catabolismo del colesterol.

Para saber un poco más sobre el papel de la flora en dicho proceso, a los sujetos se les administró antibióticos de alto espectro durante una semana y posteriormente al consumir L-carnitina no se observó elevación de TMAO ni supresión del transporte reverso del colesterol. Al darle a los veganos/vegetarianos (con más de un año en dicho régimen)  L-carnitina no se observaron elevaciones en los niveles de TMAO e inclusive sus niveles en ayunas eran menores a los de los omnívoros demostrando una menor capacidad de sintetizarla después de la ingesta de L-carnitina.

La flora intestinal juega un papel en el metabolismo afectando la extracción de energía de la comida y convirtiendo moléculas derivadas del huésped o de la misma flora, lo cual puede afectar el metabolismo del huésped.  Las bacterias tienen interacción de su genoma con el del huésped, generando un metabolismo “superorganismal” produciendo metabolitos que afectan el fenotipo de ambos.

Los hábitos alimenticios se asocian con alteraciones de la flora intestinal, el consumo de L-carnitina favorece el desarrollo de una composición adaptada para su metabolismo. Se ha encontrado que las familias de Clostridiaceae y Peptostreptococcaceae lo favorecen y se encuentran incrementadas en personas omnívoras, sin embargo, aún no se sabe cuánto tarda en adaptarse la flora de un vegetariano que deja la dieta y comienza a comer carne. Esto resalta  la importancia de las interacciones entre la dieta (ambiente), el huésped y la flora intestinal en el desarrollo de ciertas enfermedades y condiciones malignas o benéficas.

La mayoría de las veces una dieta vegana o vegetariana se realiza por cuestiones de no maltrato animal, siguiendo principios de respeto a la vida. Sin embargo, con la información anterior, podemos concluir que dicha dieta o la reducción en el consumo de carne roja podría llegar a ser benéfica en personas con riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular y la población en general, siempre y cuando se cumpla con todos los requerimientos nutrimentales, por lo que es de gran ayuda la consulta con un nutriólogo antes de adoptar dicho régimen alimenticio.

Autor: Gustavo Gutiérrez

Bibliografía:

  • Bäckhed, F.  Meat-metabolizing bacteria in atherosclerosis. Nature Medicine. “19(5)”,2013. Pg 533-534.
  • Loscalzo, J. Gut Microbiota, the Genome, and Diet in Atherogenesis. The New England Journal of Medicine. “368(17)”, 2013. Pg 1647-1649.
  • Koeth, R (2013). Intestinal microbiota metabolism of l-carnitine, a nutrient in red meat, promotes atherosclerosis. Nature Medicine. “19(5)”, 2013. Pg 576-585.