En el 2008, salió a la venta el libro “El efecto Lolita: la sexualización mediática de las niñas”, cuyo título hace referencia a la novela de 1955 de Vladimir Nabokov que trata sobre el inapropiado romance entre una niña de 12 años y un hombre mayor.

Este libro se volvió popular por su abordaje a los ideales transmitidos por los medios hacia el público más joven, y sus efectos perjudiciales para el desarrollo psicosexual. Aunque el libro fue escrito hace varios años, estudios más actuales apoyan esta teoría y demuestran que “el efecto Lolita” o la cultura del sex appeal entre niños, niñas y adolescentes sigue representando retos y peligros para la sociedad actual.

Evidentemente, existe una tendencia para la exposición de temáticas e imágenes sexualizadas en los medios de comunicación que pretenden atraer al público adolescente. Solo basta escuchar la letra de las canciones populares del momento u observar un video musical de algún artista de moda para darse cuenta de la cantidad de contenido sexual presente en la cultura popular. Sin embargo, los datos duros también avalan esta tendencia, como fue demostrado por Katherine Graff y colaboradores en su análisis de las temáticas presentes en revistas populares para niñas y jóvenes publicado en la revista Sex roles (2013).

Es lógico que este fenómeno prevalezca puesto que el culto al cuerpo y a la belleza es una característica del mundo occidental en el tiempo actual. Como menciona Graff, el sexo vende, incluso dentro del público adolescente, porque las niñas y jóvenes se ven atraídas hacia la caracterización adulta y madura de las personas de su edad (2013, p. 578). La difusión ilimitada de este tipo de contenido, que va desde la promoción de maquillaje y ropa reveladora para niñas dentro de los medios de comunicación hasta la presencia de contenido explícitamente sexual en canciones y películas que obviamente se dirigen a un público joven.

Se ve influenciada también por la actitud indiferente o hasta alentadora de los adultos a cargo, como lo expone la psicóloga Laurie Schick en un estudio acerca del papel de los adultos en el control de al exposición mediática hacia los adolescentes. Para esta autora, la orientación deficiente de adultos hacia niños y jóvenes contribuye a la socialización de comportamientos de acoso y violencia sexual de niños hacia niñas, así como la socialización de un comportamiento sexualmente objetificado y sumiso por las niñas (Schick, 2013, p.51).

De esta manera, la exposición prematura a contenido implícita o explícitamente sexualizado tiene como agentes activos no sólo a los medios de comunicación, si no a los padres de familia, maestros y tutores de niños, niñas y adolescentes.

Es especialmente importante tomar en cuenta los efectos de la exposición a los medios en la salud psicosexual de los espectadores para evitar conductas de riesgo entre la población más joven. Como lo demostraron Spurr y colaboradores en su estudio Exploring adolescent views of body image: the influence of media, la auto percepción corporal de los adolescentes se ve impactada negativamente por la representación estereotípica de hombres y mujeres en los medios de comunicación (2013, p.30). Esta insatisfacción corporal pone a los jóvenes en riesgo de adoptar actitudes perjudiciales y propicia un desarrollo psicosexual inadecuado.

Un estudio realizado por Rasgadale y colaboradores publicado en The Journal of Sex Research demostró que la exposición a programas de televisión y videos musicales con contenido sexual, influye en las expectativas sexuales de los adolescentes, propiciando comportamientos sexuales prematuros y potencialmente peligrosos (2014, p.557).

Ante la sexualización del contenido dirigido hacia preadolescentes y adolescentes y los efectos negativos de la exposición del mismo, es necesario adoptar medidas de control y monitoreo. Laurie Schick considera que es necesaria la participación activa de los adultos a cargo, siendo necesario el rechazo explícito al contenido sexual en los medios que frecuentan los niños y adolescentes (2013).

Es importante considerar el papel que cada uno de nosotros juega en la difusión de contenido adulto y evitar a toda costa la indiferencia, procurando así el desarrollo oportuno de niños, niñas y adolescentes, aún ante una sociedad de consumo sin escrúpulos.

Autor: Olga Santín – Editor: Gina González

Bibliografía:

  • Graff, K. A., Murnen, S. K., & Krause, A. K. (2013). Low-cut shirts and high-heeled shoes: Increased sexualization across time in magazine depictions of girls. Sex roles, 69(11-12), 571-582.
  • Ragsdale, K., Bersamin, M. M., Schwartz, S. J., Zamboanga, B. L., Kerrick, M. R., & Grube, J. W. (2014). Development of sexual expectancies among adolescents: Contributions by parents, peers and the media. The Journal of Sex Research, 51(5), 551-560.
  • Schick, L. (2014). “Hit Me Baby”: From Britney Spears to the Socialization of Sexual Objectification of Girls in a Middle School Drama Program. Sexuality & Culture, 18(1), 39-55. DOI: 10.1007/s12119-013-9172-7
  • Spurr, S., Berry, L., & Walker, K. (2013). Exploring adolescent views of body image: the influence of media. Issues in comprehensive pediatric nursing, 36(1-2), 17-36. DOI: 10.3109/01460862.2013.776145