Cuando comencé a leer un estudio realizado en www.nature.com acerca de cómo los antioxidantes, como la vitamina E y los beta carotenos, pueden acelerar el crecimiento de los tumores de pulmón me quedé en shock.

¿No se supone que debería ser al revés y ayudar a que las células malignas dejen de crecer incontroladamente? Bueno, dicho estudio habla acerca de cómo la vitamina E y un compuesto llamado N-acetilcisteina (NAC) aceleran el crecimiento del cáncer de pulmón. Los resultados de dicho estudio fueron publicados el 29 de enero del 2014 en Science Translation Medicine (por lo que es relativamente nuevo), y demuestra lo contrario del pensamiento que teníamos acerca de los suplementos de la vitamina E.

La ingesta diaria recomendada de vitamina E es de 22.4 IU, pero una encuesta que se realizó en el año 2005 descubrió que 11% de los adultos estadounidenses toman dosis de hasta 400 unidades internacionales… ¡Casi 18 veces más de lo recomendado! Desde hace tiempo hemos tenido la creencia de que dicho antioxidante, entre otros, previenen que ciertos compuestos en el cuerpo dañen componentes (como el ADN) en la célula y puesto que el daño al ADN está ligado al cáncer, se pensó que si se reducía el daño al ADN prevendría o reduciría el crecimiento de algunas enfermedades.

Estudios en animales y pequeñas pruebas en humanos apoyaban dicha conclusión, pero pruebas de mayor magnitud no lo hacían. Algunos antioxidantes, como los beta-carotenos y la vitamina E, fueron estudiados de una manera aleatoria y se encontró, en 1994, que 29,133 personas fumadoras tenían un mayor riesgo de cáncer de pulmón si consumían suplementos de dichos antioxidantes. Extraño, ¿no? En lo personal me sorprendió mucho, pero al parecer es cierto. Lo dijo Martin BergÖ, un biólogo molecular de la Universidad de Gothenburg en Suiza: “los resultados fueron mezclados, en realidad los antioxidantes no disminuyen el riesgo de cáncer… de hecho puede llegar a aumentar el riesgo en algún grupo de personas”.

Efectos de los suplementos

¿Cómo descubrieron los científicos que el NAC, por ejemplo, ocasionaba dicho problema? Todo fue porque estaban BergÖ y su colega Per Lindahl experimentando en ratones con ingeniería genética para desarrollar cáncer de pulmón y decidieron dosificarlos con NAC con la esperanza de que el tumor disminuyera (como se creía comúnmente). ¡Su sorpresa fue que el tumor aumentó tres veces su tamaño con dicho antioxidante! “Fue un fracaso, pero el control estuvo interesante,” mencionan.

Se les ocurrió que podrían ir más allá y decidieron utilizar la vitamina E (utilizando dosis de 5-50 veces la ingesta diaria recomendada en ratones) y se dieron cuenta que, como con el NAC, ocurrió lo mismo y los tumores crecieron tres veces más rápido y los ratones con antioxidantes murieron a causa de los cánceres el doble de rápido que los ratones no tratados.

Causa de preocupación

Lindahl hizo una nota rápida acerca de los resultados, menciona que son en ratones y no en humanos forzosamente. Otro aspecto es que los genes que causan el cáncer ya habían sido activados antes de que les dieran el suplemento alimenticio. “Nuestro estudio no dice nada acerca de cómo los suplementos de antioxidantes afectan el riesgo al cáncer en personas sanas”; aunque menciona también que se tiene que tener cierto cuidado con las personas fumadoras. Se desconoce el efecto que pueda llegar a tener en personas con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), pero es preocupante.

Digamos que el estudio no dice precisamente que los antioxidantes te causen el cáncer, pero si menciona que una vez que el tumor exista en el pulmón puede llegar a empeorar el pronóstico del paciente. Lo anterior lo dijo Peng Huang, un investigador de la University of Texas MD Anderson Cancer Center in Houston; “hay mucha confusión ahí afuera acerca del asunto, pero tenemos que precisar que los efectos dependen del contexto en el que se encuentre el paciente”.

Así que si eres fumador y ya llevas varios años siéndolo, ten cuidado con los suplementos de antioxidantes, podrías tener un tumor que va creciendo rápidamente dentro de tus campos pulmonares.

 Autor: Alejandra Pérez

Bibliografía: