¿Te imaginas despertar un día y sentir que una parte de ti no te pertenece? ¿Te imaginas sentir que necesitas removerla? ¿Puedes imaginar sentir que la única forma de alcanzar la plenitud es amputándote? Este es el sentimiento diario que los pacientes con Desorden de la Integridad de Identidad Corporal (BIID por sus siglas en inglés) presentan. Es un desorden psiquiátrico, en el cual, el paciente tiene una intensa necesidad de tener alguna incapacidad, ya sea amputarse un miembro saludable, adquirir ceguera, sordera, o quedar parapléjico.

El primer registro que se tiene sobre esta enfermedad según Sue (1785), ocurrió a finales del siglo XVIII en Francia, cuando un individuó forzó a un cirujano a que le amputara una de sus extremidades bajo amenaza con un arma; el día siguiente, el paciente le envió dinero al cirujano con una nota en la que decía que su extremidad se había vuelto un obstáculo invisible para su felicidad y le agradecía por sus servicios. Este desorden comenzó a crear revuelo en 1999, según afirma Dyer (2000), cuando se hizo pública público que el cirujano Robert Smith había amputado una pierna sana de dos hombres.

White (2014) afirma que las personas que padecen BIID expresan su necesidad de convertirse en discapacitados para así poder sentirse completos y seguros de sí mismos. El uso de antidepresivos, terapia, y otro tipo de medicamentos, se han utilizado para intentar disminuir los síntomas del paciente, sin embargo, la forma más efectiva de conseguir este objetivo es mediante la cirugía. Sin embargo muchos médicos se niegan a realizar estos procedimientos, llevando al paciente a buscar soluciones extremas como automutilación, cirugías en el mercado negro y suicidio. Aquellos que se han sometido a cirugía para remover la extremidad deseada, afirman no sentir ningún tipo de arrepentimiento. Sin embargo, son pocos los estudios que se tienen al respecto.

Las causas todavía no están bien definidas, pero se le ha relacionado con elementos neurológicos. Hilti and Brugger (2010) descubrieron que los pacientes presentan diferentes respuestas neurológicas al ser estimulada la extremidad que se desea ser amputada respecto a las demás.

Michael First (2005), realizó un estudio en el cual 79% de los participantes no presentaban otros síntomas o trastornos psiquiátricos además de BIID. Otros estudios según Blom (2012), dieron a conocer que los que padecen BIID reportan mayor ansiedad y depresión que el público en general. A pesar de la ansiedad y depresión, Sorene (2006) argumenta que los pacientes no sufren de otros problemas psicológicos severos.

Autor: Mónica Muñóz – Editor: Daniela Montemayor

Bibliografía:

  • Blom, R., Hennekam, R., & Denys, D. (2012). Body integrity identity disorder (BIID)— Is the amputation of healthy limbs ethically justified? PLoS ON.4.
  • Dyer, C. (2000). Surgeon amputated healthy legs. British Medical Journal, 320(7231), 332
  • First, M. (2005). Desire for amputation of a limb: Paraphilia, psychosis, or a new type of identity disorder. Psychological Medicine, 35, 919–928
  • Hilti, L., & Brugger, P. (2010). Incarnation and animation: physical versus representational deficits of body integrity. Experimental Brain Research, 204, 315–326
  • Sorene, E. D., Heras-Palou, C., & Burke, F. D. (2006). Self-amputation of a healthy hand: A case of body integrity identity disorder. Journal of Hand Surgery, 31 (6), 593–595
  • Sue, P. (1785).Anecdotes Historiques, Literaires et Critiques sur la Medecine, la Chirurgieet la Pharmacie. Paris: Le Boucher
  • White, A. (2014). Body Integrity Identity Disorder Beyond Amputation: Consent and Liberty. HEC Forum, 26, 225-236.